Miguel Francés jueves, 18 de noviembre de 2010

A todos nos viene a la mente, cuando hablamos de máquinas de vending, la máquina de café del trabajo y la máquina de nuestra infancia que sacaba chicles y cómo no, la que expende tabaco.



No interviene en el proceso de compra la figura del vendedor.

Sabemos que el secreto del éxito se basa en la compra por impulso y por lo tanto debe cubrir una serie de requisitos:

  • Ser fácilmente transportable y manejable.
  • Precio ofertado o que suponga un desembolso bajo.
  • Satisfacción inmediata.
El mercado español es uno de los más numerosos de Europa con alrededor de 630.000 unidades, sin contar las expendedoras de tabaco, donde más de la mitad son de bebidas calientes.

Sin embargo, el mercado español en el año 2009, según la consultura Datamonitor, tanto en valores de mercado como en ventas globales se sitúa a niveles de 2003 como recoge la web Hostelvending.

Una de las barreras legales que se están encontrando es  referente a la adecuación de alimentos saludables en las máquinas y retirada de aquellos menos saludables tipo bollería industrial, bebidas con alto contenido en azúcar, etc.

Es uno de los mercados más innovadores donde la creatividad puede ser potenciada al máximo.

En determinadas localidades catalanas podemos encontrar surtidores de leche fresca donde se embotella la misma al momento, como la de la foto.



Hace unos meses nos sorprendían con la noticia de que en el Hotel Palace de Madrid se instalará una máquina expendedora de oro, noticia recogida en varios periódicos.

Además continuamente salen al maercado máquinas que ofrecen café más elaborado y de mayor calidad.

En este sector, como en otros muchos, la innovación y la diferenciación son los pilares sobre los que se debe basar el crecimiento empresarial.

Yo me pregunto, ¿todo es susceptible de ser expuesto en una máquina de Vending?.